jueves, 26 de junio de 2008
by R@S
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25-Jun-2008
Jose A. Delgado
Escribir el epitafio de un proyecto de ley en el Congreso siempre es una tarea arriesgada.
Pero, poco a poco, la jefatura del Partido Nuevo Progresista (PNP), encabezada por Luis Fortuño, se reconcilia con la idea de que el proyecto 900, pese a haber sido aprobado en comisión en octubre pasado, quedó con tantas heridas que nunca pudo recuperar vuelo.
Tanto Fortuño, candidato a Gobernador y actual comisionado residente en Washington, como Pedro Pierluisi, quien aspira a sustituirle, han aceptado esta semana que las posibilidades de que el proyecto 900 sea llevado a votación en la Cámara baja federal son mínimas.
"Se ve bien difícil", dijo Fortuño hace unos días, en el tono con el cual se da por muerta una legislación, sin afirmarlo categóricamente.
"Quedan seis semanas de trabajo y no se vislumbra movimiento", reconoció, igualmente, Pierluisi, tras reunirse hoy con influyentes demócratas del Congreso, entre ellos el senador demócrata Ken Salazar (Colorado), y los congresistas Xavier Becerra (California) y James Clyburn (Carolona del Sur).
Salazar es el autor del proyecto 1936 del Senado que, a diferencia del 900 – que sugirió un referéndum territorio sí o no-, propuso un plebiscito entre cuatro alternativas: el actual status, la libre asociación, la independencia y la estadidad. Becerra es uno de los asistentes de la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, y Clyburn es el portavoz adjunto de la mayoría demócrata.
Los demócratas del Senado siempre indicaron que aguardarían por el resultado del proceso en la Cámara baja, donde el Comité de Recursos Naturales aprobó en octubre una versión enmendada del proyecto 900 que impulsaron juntos el congresista demócrata boricua José Serrano y el comisionado Fortuño.
Pero, la legislación quedó estancada poco después de su aprobación, ante la oposición de algunos líderes demócratas, sobre todo Nydia Velázquez (Nueva York) y Luis Gutiérrez (Illinois). Pelosi dijo en 2007 que la nueva versión del proyecto 900, que eliminó la segunda consulta entre estadidad e independencia, no tenía consenso suficiente.
Desde entonces, Gutiérrez y Velázquez – que respaldan la convocatoria en Puerto Rico a una Asamblea Constitucional de Status-, se han expresado más o menos confiados de que el proyecto había quedado sin vida.
"La bola está en su cancha", dijo hace unas semanas Velázquez, apuntando hacia el congresista Serrano en un encuentro en uno de los pasillos del Capitolio con sus colegas boricuas.
Y en momentos en que Serrano y el propio Pierluisi – después de tener otras reuniones en Washington hace varias semanas-, expresaban optimismo de que la legislación pudiera avanzar en el verano, la "speaker" Pelosi reafirmó – el 22 de mayo-, que no había suficiente consenso en torno a ese proyecto de ley entre los demócratas de la Cámara baja.
Serrano todavía no se da por vencido. "Ya veremos", dijo ayer el congresista.
Pero, pocos de los favorecedores del proyecto 900 comparten su optimismo. Y Fortuño ha hecho claro que no quiere que la medida se apruebe tan tarde en el juego, digamos en una sesión después de las elecciones de noviembre, que represente meramente un premio de consolación.
Técnicamente la legislación seguirá pendiente hasta que cierren los trabajos de 2008. El Congreso iniciará el viernes un receso legislativo de 10 días. Retornará para unas tres semanas adicionales de trabajo, para entonces tomarse libre todo el mes de septiembre.
Ya para entonces quedarán sólo otras tres o cuatro semanas de sesión antes de las elecciones de noviembre. Y después de unas elecciones, sólo trámites presupuestarios o medidas de emergencia suelen tener oportunidad de ser ratificados.
¿Se puede declarar oficialmente muerto el proyecto 900? Técnicamente no, pero el epitafio parece estar escrito. Sólo es cuestión de ordenar el entierro.
by R@S
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Juan M. García Passalacqua
Ya las tres ramas del gobierno de los Estados Unidos han hablado claro sobre Puerto Rico. Nuestro mediocre liderato político actual no les quiere hacer caso, así que tengo yo que dejar aquí el record histórico de que el evento ha ocurrido –por fin—después de 110 años de colonia. Los organismos oficiales de su congreso, de su Casa Blanca, y hace unos días su Tribunal Supremo, han hablado. ¿Qué es lo que nos ha dicho, ahora tres veces ahora El Americano?
Les invito a que examinemos juntos, cuatro documentos oficiales de Estados Unidos:
1. EL CONGRESO , 2005 – El 6 de junio de 2005 el Congresssional Research Service emitió su informe "The Political Status of Puerto Rico" (RL 32933) que concluyó lo siguiente:
2. Puerto Rico vive bajo la Cláusula Territorial de la Constitución al día de hoy;
3. El veto del Gobernador el 10 de abril de 2005 al proyecto unánime descolonizador de nuestra legislatura no debe detener acción congresional sobre status en el 109no Congreso;
4. Las votaciones locales sobre status en 1967, 1991, 1993, 1998 no han significado nada;
5. Deben diseñarse "senderos" hacia la estadidad (son 6) o la nacion soberana (son 2);
6. Se definieron claramente las 4 opciones de status (territorio, estadidad, independencia o libre asociación soberana);
7. Quedaron tres issues por atender: idioma, ciudadania americana, y transición;
8. Debe "reconsiderarse" el Estado Libre Asociado antes del 31 de diciembre de 2006.
Otro. Estas conclusiones fueron ratificadas el 22 de abril de 2008 en el Reporto on the Puerto Rican Democracy Act of 2007 unánimemente por el Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes recomendando la aprobación del HR 900 con los siguientes mandatos:
9. Puerto Rico debe votar para escoger entre continuar en su presente status de territorio, o perseguir una condición políticamente viable y permanente que no sea territorial;
10. Los Tribunales federales tendrán jurisdicción exclusiva sobre el proceso de status;
11. Existen cuatro formas de status definidas por la Constitución (estados, distrito federal, tribus indias y territorios);
12. Los casos aplicables son los casos Insulares decididos entre 1901 a 1922;
13. La presente condición territorial no ha satisfecho nunca a los lideres puertorriqueños;
14. La confusión sobre el termino "commonwealth" ha sido la causa;
15. La Cláusula Territorial continúa aplicándose a Puerto Rico según decidido por el Tribunal Supremo en el caso de Harris v. Rosario de 1980;
16. Las leyes federales son supremas en el territorio según el caso de Rodríguez v. Partido Popular Democrático de 1982;
17. No existe pacto alguno entre los Estados Unidos y Puerto Rico;
18. El pueblo de Puerto Rico nunca ha podido expresarse en un plebiscito con el aval del Congreso en los 110 años bajo la soberanía de los Estados Unidos;
19. Debe celebrarse un plesbicito si o no a la Clausula Territorial antes del 31 de diciembre de 2009 y la Casa Blanca hacer recomendaciones al Congreso antes de seis meses.
20. LA CASA BLANCA, 2007 – El 22 de diciembre de 2007 el Presidential Task Forceo n Puerto Rico’s Status actualizo su informe anterior de 2005, concluyendo lo siguiente:
a. Puerto Rico sigue bajo la Cláusula Territorial de la Constitución y el Congreso retiene su derecho de disponer de territorio perteneciente a Estados Unidos;
b. Un congreso no puede restringir la autoridad de un Congreso subsiguiente sobre status;
c. El modelo a seguir es el de Filipinas en 1934 en que se estableció un periodo de transición de diez años para luego mediante Proclama Presidencial retirar la soberanía de los Estados Unidos y reconocer la soberanía de Filipinas con un Tratado de Relaciones Generales;
d. Puerto Rico no puede estar inmune a la terminación de la relación por Estados Unidos.
21. EL TRIBUNAL SUPREMO, 2008 – El 12 de junio de 2008 el Tribunal Supremo de Estados Unidos emitió la decisión en el caso Boumediene v. Bush que estableció como sigue:
22. Desde 1828 el Tribunal Supremo decidió que Estados Unidos puede obtener y disponer de territorio, y la cuestión ahora es la " des-territorialización" de los mismos;
23. El issue fundamental surgió con la invasión de Filipinas y Puerto Rico en 1898;
24. Los Casos Insulares entre 1901-1922 siguen estando vigentes y aplicables en 2008;
25. La soberanía se concedió a Filipinas por tratarse de "un pueblo con diferente raza, hábitos, leyes y costumbres" a las de Estados Unidos;
26. Por esa razón surgió la Doctrina de No-Incorporación para los territorios de Estados Unidos "que no están destinados a ser estados de la Unión";
27. La doctrina de la no-incorporación de los Casos Insulares, ratificada en el caso de Balzac v. Porto Rico en 1922, "informa nuestro análisis sobre el asunto ante nosotros";
28. La clave no es si la persona es o no ciudadano estadounidense, sino dónde están, en un territorio o un estado;
29. Los Casos Insulares siguen vigentes con el valor de precedente para decisiones futuras;
30. La otra clave es si la persona esta dentro o fuera de los Estados Unidos;
31. El Tribunal se nego a repudiar y revocar los Casos Insulares.
¿Y ahora qué? Para los puertorriqueños, los cuatro documentos que les he resumido tienen una importancia enorme. El Congreso, la Casa Blanca, y el Tribunal Supremo (las tres ramas constitucionales de los Estados Unidos) coinciden ahora por vez primera en 110 años. Fuimos y somos un territorio, una colonia. Ha hablado la esfinge. Métanselo en la cabeza.
jueves, 19 de junio de 2008
by R@S
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Juan M. García Passalacqua
Analista político
El 12 de junio de 2008 el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, al decidir el caso de Boumediene v. Bush, clarificó para todos nosotros lo que fue y sigue siendo un status territorial como el de Puerto Rico desde su decisión en 1901. La decisión hoy desbarata argumentos de los estadistas y los estadolibristas aquí. No piensen que es una cuestión de abogados. Cuando habla El Americano tan claro, y define lo que es un territorio y lo que es la soberanía, mientras nosotros los boricuas seguimos siendo una colonia –hay que oírlo. ¿Qué nos ha dicho El Americano?
El caso se refiere a los detenidos musulmanes en la Base Naval de Guantánamo en Cuba. Y una mayoría de 5 a 4 les extendió el derecho constitucional de habeas corpus para que los juzguen tribunales civiles. Pero los 9 jueces en sus opiniones mayoritarias y disidentes se vieron obligados a discutir la doctrina legal de la "territorialidad", la frase clave por la cual los estadounidenses han entendido su colonialismo, que nació de la invasión a Puerto Rico en 1898. Sus llamados Casos Insulares de 1901 ratificados en el caso del boricua Jesús Balzac en 1922 son revividos ahora con todos los efectos en 2008. Mencionan varias veces el caso de Puerto Rico.
El Americano parte del hecho de que la Base Naval de Guantánamo no es parte de los Estados Unidos y que Cuba tiene soberanía sobre la misma, pero alega que este término (tan popular en el Puerto Rico actual) "ha sido muy abusado", y decide que la ocupación por guerra de un país por otro (como es nuestro caso) hace que el país ocupado siga siendo "extranjero".
Por varias páginas en la opinión (de la 25 a 36) se discute la aplicación de la Constitución a un lugar extra-territorial (queriendo decir fuera de los cincuenta estados). Cita que desde 1828 ese mismo Tribunal decidió que los Estados Unidos podían "obtener y disponer de" territorios ultramarinos (en nuestro casi hicieron lo primero, pero aún no han hecho lo segundo). Aquí aparece la primera sorpresa: la corte cita a la boricua Cristina Duffy Burnett sobre cómo los Estados Unidos deben o no "des-territorializar" a un territorio, que analizaré más adelante.
Los jueces evidencian estar de acuerdo que la cuestión actual surgió de la Guerra Hispanoamericana y la invasión de Filipinas y Puerto Rico. Cita los tres casos fundamentales de 1901 (De Lima, Downes, Dorr) que fueron el origen de lo que se llaman Casos Insulares. ¡Han pasado 110 años, los mismos de la presencia estadounidenses aquí –y los mantiene vivos! Esos casos crearon la distinción entre Estados Unidos y pueblos de "diferente raza, hábitos, leyes y costumbres" (y así no los derogan, los citan con aprobación ahora, 110 años después). Joder.
Para pueblos como el nuestro, citan con aprobación cómo se inventó la Doctrina de No-Incorporación. Y la definen (todavía 110 años después con aprobación), como aplicable "a los territorios que no están destinados a ser estados de la Unión". Tomen nota nuestros estadoístas.
Y citan (con aprobación, 86 años después) el caso de Jesús Balzac v. United States of America de 1922. Ese fue el caso que decidió que a pesar de la concesión de la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños en 1917, ese hecho no había convertido, no, a Puerto Rico en un territorio incorporado, como sigue siendo ahora mismo. El Tribunal Supremo coincide con su Casa Blanca en 2005 y con su GAO del Congreso. Los tres. Tomen nota nuestros estadolibristas.
Dice el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en la página 29 de esa opinión en Boumediene v. Bush sobre los Casos Insulares que se aplican a Puerto Rico: "This century old doctrine informs our analysis in the present matter" (en cristiano, que son los Casos Insulares los que aún informan la decisión de un siglo después). Joder. Y van más lejos. Dicen los jueces que se guían por "consideraciones prácticas que dependen de cada circunstancia". Más importante que ser o no ciudadano estadounidense, es dónde es que está ese ciudadano. Dónde.
En este momento, es importante recordar a tres abogados puertorriqueños. El Decano Efrén Rivera Ramos probó desde 2001 que el colonialismo estadounidense en Puerto Rico ha construido nuestra identidad como la entienden ellos, jurídicamente. La abogada Christina Duffy Burnett (ahora citada por el Tribunal Supremo de ellos) pidió desde ese mismo 2001 que era tiempo que los Estados Unidos corrigiesen su aberración colonial "des-territorializando" a Puerto Rico luego de haber cesado de ser una colonia militar. El abogado y doctor en Historia Francisco Ortiz Santini probó en su tesis de 2007 (a publicarse pronto) que el caso de Balzac v. People of Puerto Rico de 1922 había roto la ilusión de 1917 de que nuestro pueblo se encaminaba hacia la admisión como estado de la Unión y nos ha mantenido "a la sombra del Purgatorio". Los tres, al igual que yo, deben haber sufrido al leer la opinión imperialista de Boumediene v. Bush. Joder.
Como profesor de derecho constitucional por muchos años, tuve la esperanza de que los Estados Unidos revocasen los imperialistas Cassos Insulares. El Tribunal Supremo se lo preguntó en un caso llamado Reid v. Covert en 1957, que me dio esperanza. De la esperanza vive el cautivo. Pero no, ahora el Tribunal Supremo, todos sus jueces, coinciden: el imperio está vigente. Casa Blanca, Congreso y Tribunal Supremo coinciden en que –somos territorio no-incorporado.
Y llegamos a la clave de este caso ante la decisión del Partido Popular de convertirse en un partido soberanista. No es la muy ignorante y confusa versión del Gobernador Aníbal Acevedo Vila citando al Decano de Georgetown Law, equivocado. Aníbal, la opinión cita la misma definición de soberanía del Black Law Dictionary de 1951 que te cité yo (cuando el Partido Popular hizo esa decisión en su Asamblea) ante el joven periodista Julio Rivera Saniel en nuestro programa radial "Escuelita de Juanma en WKAQ 580". Soberanía es "el poder supremo, absoluto, e incontrolable sin dictados ajenos", dijo el Tribunal Supremo de USA el 12 de junio de 2008 –mi definición correcta del término, Aníbal. La que he preferido y defendido siempre.
lunes, 16 de junio de 2008
by R@S
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Claridad en la Nación
José Alberto Álvarez Febles/Especial para Claridad
Pedro Rosselló “cree firmemente que el Plan Tennessee es suficientemente agresivo para encaminar la solución de estatus. Sin embargo, piensa, que el nuevo liderato novoprogresista lo ha descartado, ‘no hay discusión sobre eso’” (El Vocero, 9 de mayo de 2008).
Luis Fortuño “no descartó que el Plan Tennessee (…) sea una herramienta para lograr la estadidad, pero insistió en que el vehículo para promoverlo es el proyecto de su autoría” (El Vocero, 10 de mayo de 2008).
Pedro Pierluisi: “Si en sus dos primeros años de incumbencia no se realizara ese plebiscito [avalado por el Congreso], dijo que buscará realizar una consulta criolla y hasta implantar el Plan Tennessee […]” (El Nuevo Día, 11 de marzo de 2008).
José Aponte “en el Directorio se acordó que, pasadas las elecciones, se utilizará el Plan Tennessee, pero las elecciones debían ser plebiscitarias, de modo que si no se obtenía respuesta con el proyecto impulsado por Fortuño, tuviesen de antemano otra alternativa de lucha” (El Vocero, 10 de mayo de 2008).
En su empeño de meterle la puñalada a Fortuño, Rosselló le brindó un importante servicio al pueblo puertorriqueño al traer a la discusión pública la autopista (“fast track”) hacia la estadidad que pretenden inaugurar con la consulta criolla y la aplicación del Plan Tennessee si ganaran las elecciones. Sus críticas a Fortuño provocaron artículos en la prensa, comentarios en programas de discusión política y una entrevista de Yolanda Vélez Arcelay. Predomina todavía, sin embargo, un desconocimiento casi absoluto sobre el Plan Tennessee y los otros componentes de la mega conspiración anexionista.
El Plan Tennessee es la estrategia unilateral utilizada por siete estados –Tennessee, Michigan, Iowa, California, Oregón, Kansas, y Alaska– para lograr la estadidad. Consiste en que el territorio -incorporado o no incorporado- declare la estadidad y, sin la autorización del Congreso, apruebe una constitución estatal y elija dos senadores federales y el número de congresistas que le correspondan de acuerdo a su población. Los senadores y congresistas son enviados a Wáshington a reclamar sus escaños. El Plan Tennessee ha resultado exitoso en todas las ocasiones en que ha sido utilizado, desde Tennessee en 1796 hasta Alaska en 1959. Ése “en todas las ocasiones” debería activarnos las antenas detectoras de peligros, especialmente si le unimos el hecho de que ningún territorio a cuyos ciudadanos se les haya otorgado o impuesto la ciudadanía estadounidense ha advenido a la soberanía. Se trata de precedentes históricos y no ejercicios de pitonisas o espiritistas (por eso de que la estadidad pudiera ser un fantasma).
Algunos comentaristas han ridiculizado la idea de que se aparezcan en Wáshington dos “senadores” y varios “congresistas” con la boricuísima mancha del plátano, prediciendo que no los dejarían ni pasar por las puertas del Congreso. En el caso de los siete estados que utilizaron el Plan Tennessee, sin embargo, los “senadores” y “congresistas” platanosianos estuvieron dispuestos a pasar desplantes y malos ratos al llegar a Wáshington, pero acabaron sentaditos en sus escaños. En todo caso, la aplicación del Plan Tennessee a Puerto Rico, según la estrategia penepé, sería la culminación de un proceso de discusión en Estados Unidos sobre la admisión de otro estado hispano (el primero fue Nuevo México). Puerto Rico sería, además, el quinto estado con mayoría poblacional no blanca, junto a Hawai, Nuevo México, California y Texas.
Otro argumento utilizado para restarle importancia a la inminente amenaza del Plan Tennessee es que primero Puerto Rico tendría que pedir la estadidad, algo que no ocurriría en el futuro cercano. Los estrategas de la conspiración anexionista, sin embargo, se encaminan a solicitar la estadidad durante el próximo cuatrienio. En la resolución “Pronunciamiento de la descolonización y la estadidad” (aprobada en Asamblea General celebrada el 20 de agosto de 2006), el Partido Nuevo Progresista afirmó:
“Un voto por el Partido Nuevo Progresista o sus candidatos en el 2008 es un mandato para que el gobierno novoprogresista que se instale en enero de 2009 implante el Plan Tennessee. Esto se hará mediante legislación que establecerá un proceso de adopción y ratificación de la Constitución del Estado de Puerto Rico y la elección de dos senadores y seis congresistas federales que acudirán al Congreso en Wáshington D.C. a reclamar sus escaños y la admisión de Puerto Rico como el Estado 51 de los Estados Unidos de América.”
Aunque la Asamblea del PNP tuvo el descaro de pretender adjudicarle dimensión plebiscitaria a las elecciones de noviembre -como ha reafirmado José Aponte en varias ocasiones - no creo que la legislatura penepé se atrevería a elegir senadores y congresistas con esa supuesta mayoría a favor de la estadidad. La estrategia de los dirigentes anexionistas, sin embargo, incluye mecanismos para lograr una mayoría plebiscitaria a favor de la estadidad durante el próximo cuatrienio.
En vista del probable fracaso del Proyecto Serrano Fortuño, la principal arma en el arsenal anexionista es lo que Pierluisi llama la consulta criolla. Esta consulta podría seguir la hoja de ruta (“roadmap”) del informe del “President’s Task Force on Puerto Rico’s Status”. La Legislatura aprobaría la celebración de un primer plebiscito para que escogiéramos entre quedarnos con “el presente estatus territorial o buscar una ruta constitucionalmente viable hacia un estatus no territorial permanente”. En otras palabras, tendríamos que escoger entre colonia sí o no. En caso de que rechazáramos la colonia, habría otro plebiscito entre la estadidad y la independencia.
Podría suceder que al estar firmemente entronizados en las tres ramas del gobierno (ya habrían nombrado tres sastres jurídicos al Tribunal Supremo), el liderato anexionista eliminara el primer plebiscito colonia sí o no y se lanzara de pecho a la victoria segura del segundo. Este plebiscito entre la estadidad y la independencia podría llevarse a cabo tan temprano como en el 2010.
Los dirigentes anexionistas no tendrían que esperar por los plebiscitos criollos para echar a caminar el Plan Tennessee. Muy bien podrían en la primera sesión legislativa aprobar una resolución en apoyo a la estadidad y publicarla en los principales periódicos de Estados Unidos. Sacarían así el tema de la estadidad de las penumbras políticas del Congreso y la Casa Blanca, propiciando el inicio de una discusión nacional en Estados Unidos. Surgirían voces a favor y en contra. Los del “English Only “ y los antiinmigrantes expresarían sus prejuicios, pero más importantes serían las voces de los liberales y los hispanos. Ambos sectores apoyarían el derecho de Puerto Rico a la estadidad. Anticipando esta situación es que Pedro Rosselló acudió a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos y a la Comisión de Derechos Civiles de Estados Unidos para denunciar la supuesta negación del derecho al sufragio (“disenfranchisement”) a cuatro millones de ciudadanos americanos.
El apoyo de Hillary al voto presidencial y la afirmación de Obama de que a Puerto Rico debería tratársele exactamente como a un estado tienen evidentes ribetes anexionistas.
A los candidatos del PNP no les conviene que se discuta la llamada consulta criolla ni el Plan Tennessee, puntales de la conspiración anexionista. Saben que mientras más conciencia exista sobre esta amenaza a nuestra nacionalidad, mayores serán las fuerzas opositoras que intentarán aliarse para evitar que el PNP gane las elecciones. Para aprobar la legislación imprescindible para la llamada consulta criolla y el Plan Tennessee (resoluciones a favor de la estadidad, convocatorias a plebiscitos, etc.), el PNP necesita controlar las tres ramas gubernamentales, el Ejecutivo y la Legislatura al copar las elecciones y la mayoría del Tribunal Supremo al llenar las vacantes en ese foro judicial.
Entre los principales obstáculos que enfrentamos para forjar la amplia alianza antianexionista necesaria para derrotar al PNP, está la idea de que la estadidad es imposible para Puerto Rico. Aunque ésta ha sido la posición de siempre del Partido Independentista, me ha sorprendido lo difundida que está en el resto del independentismo y entre los Populares. Si consideramos imposible la estadidad, evidentemente no sentiremos la urgencia de combatirla. La idea de que la estadidad sea imposible levanta un abismo desmovilizador entre nuestro presente y la imperiosa necesidad de organizar las fuerzas antianexionistas para derrotar a las fuerzas anexionistas. Por mi parte, considero que los precedentes históricos apuntan no sólo a la posibilidad sino a la probabilidad de la estadidad de lograr los dirigentes anexionistas encaminar la llamada consulta criolla y el Plan Tennessee. El mismo proceso y el debate que generaría podrían provocar la transformación de la política centenaria del gobierno permanente de Estados Unidos sobre Puerto Rico.
Un resultado podría ser la anexión como territorio incorporado. Esta posibilidad se fortalece en una coyuntura geopolítica en que la hegemonía de Estados Unidos en América. se está retando seriamente. Acaban de anunciar, por ejemplo, la reactivación de la Cuarta Flota de la Marina de Guerra estadounidense (desmantelada en 1950) para reafirmar su poderío en América Latina y el Caribe.
Quedan cinco meses para las elecciones y se nos está haciendo tarde para escapar de la emboscada que nos han preparado los dirigentes anexionistas. Si caemos en esa emboscada no será tanto por el elemento de la sorpresa -ellos mismos se han ocupado de alertarnos- sino por nuestra incapacidad de apreciar la amenaza y organizar la resistencia.
martes, 10 de junio de 2008
by R@S
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Puerto Rico Governor Anibal Acevedo Vila has called on the UN to back his people's right to self-determination.
Speaking to a UN committee, Mr Acevedo Vila accused the Bush administration of denying the US territory its democratic right to choose its own course.
Puerto Rico has been a US territory since the late 19th Century, but gained greater autonomy in 1952.
The UN panel voted to support a motion calling on the US to grant Puerto Rico the right to determine its own status.
Mr Acevedo Vila's appeal to the UN reflected a change in tone for the governor's party, analysts said.
The governing Popular Democratic Party has previously supported the Caribbean island's commonwealth status.
The opposition New Progressive Party favours full integration into the US as the 51st state. The Puerto Rico Independence Party wants to achieve full independence.
In March, Mr Acevedo Vila pleaded not guilty to corruption charges brought by the FBI linked to allegations of raising and then hiding thousands of dollars in illegal election campaign contributions.
'Right to grow'
Mr Acevedo Vila told the UN Special Political and Decolonisation Committee that the US had failed to live up to the promises it made in the 1950s when it gave the island greater self-governing powers in return for remaining a commonwealth.
He said he was there to defend the territory's "right to grow" under the terms of the 1953 agreement and to build on the sovereignty it was promised.
The people of Puerto Rico would then be able to choose whether they wanted to become a US state or achieve independence, he said.
He accused the US government under President George W Bush of being "clumsy and partisan" in its treatment of the issue.
The resolution approved by the committee was put forward by Cuba and Venezuela.
It also called for the US to release all Puerto Rican prisoners serving sentences for cases relating to the territory's independence movement.
Mr Acevedo Vila has previously strongly opposed moves by the US Congress in Washington that he maintains would force Puerto Rico to lose its autonomy and become a US state.
Residents of Puerto Rico cannot vote in US presidential elections. However, they can vote in presidential preference primaries and do elect a non-voting delegate to the US Congress.
sábado, 7 de junio de 2008
by R@S
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José A. Delgado
El Nuevo Dia
Washington - “Cuando uno está enfermo del corazón visita al cardiólogo y cuando uno está enfermo de colonialismo viene al Comité de Descolonización”.
Con esas palabras, Rubén Berríos Martínez, presidente del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), persigue explicarle mañana a los miembros del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas el largo listado de ponentes que escucharán y el creciente interés que genera la sesión anual en torno al caso político boricua.
El listado estará encabezado esta vez por el gobernador Aníbal Acevedo Vilá, pero también incluirá a líderes latinoamericanos, los presidentes de las cámaras legislativas de la Isla, Kenneth McClintock y José Aponte, diversos sectores independentistas, y grupos como el Colegio de Abogados, el Comité Pro Derechos Humanos y la Coalición Puertorriqueña contra la Pena de Muerte.
La sesión del Comité de Descolonización permitirá reafirmar el nuevo impulso que toma la propuesta para que la situación política de Puerto Rico sea considerada, como un asunto independiente, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, por vez primera desde 1953, cuando el País fue excluido del listado de países sin gobierno propio.
Berríos Martínez, quien ha estado dedicado a promover el caso boricua entre presidentes y líderes latinoamericanos, considera que presentar el debate ante la Asamblea General ya tiene el apoyo de “América Latina entera”.
En ese sentido, en la ponencia que leerá mañana, recuerda las palabras que el presidente de Panamá, Martín Torrijos, ofreció en 2006 durante la cumbre pro independencia de Ciudad de Panamá “El problema de fondo es que Puerto Rico es la única nación hispanoamericana que permanece bajo régimen colonial. Para los latinoamericanos, corregir para siempre esta anomalía debe ser una cuestión de principios y una prioridad continental. Lo que toca es acordar lo necesario para materializar el derecho puertorriqueño de constituir una república independiente”, indicó Torrijos.
Como en otras 26 ocasiones, la resolución que debatirán los miembros del Comité de Descolonización -copia de la cual obtuvo El Nuevo Día-, será presentada por la misión de Cuba ante la ONU y reafirmará el derecho de Puerto Rico a su libre determinación e independencia. Y toma nota de la discusión que se genera en Puerto Rico a favor de un mecanismo que permita buscarle una solución al futuro político, así como del “consenso” que se ha creado en respaldo a la liberación de los prisioneros políticos puertorriqueños en cárceles de Estados Unidos y la limpieza de los antiguos terrenos militares estadounidenses en Vieques.
El presidente de la Asamblea Nacional Popular de Cuba, Ricardo Alarcón, contrastó la escasa presencia que suele tener en los medios estadounidenses el debate boricua ante la ONU con el inusitado interés que generó en los medios las primarias presidenciales demócratas de la Isla. En un artículo publicado en “Counterpunch.org”, Alarcón confió en que la presencia de representantes de prácticamente toda la clase política de la Isla ayude a revertir la tendencia de la opinión pública estadounidense de ignorar “las aspiraciones” boricuas.
Hay esperanzas de que tan pronto como en 2009 o 2010 la Asamblea General acoja la solicitud del Comité de Descolonización, según han coincidido Berríos Martínez y el veterano dirigente independentista Juan Mari Brás.
Berríos Martínez reconoce que será fundamental la ruta que tome el próximo gobierno estadounidense, liderado por el demócrata Barack Obama o el republicano John McCain. “En Latinoamérica se sabe que esto puede ir hacia delante y que Estados Unidos (después de que la Casa Blanca ha reconocido que Puerto Rico sigue siendo un territorio, es decir una colonia) puede estar dispuesto a sentarse a conversar”, dijo Berríos Martínez.
jueves, 5 de junio de 2008
by R@S
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Juan M. García Passalacqua
La primaria presidencial del domingo 1ro. de junio ha tenido dos efectos enormes. Allá, en los medios de Estados Unidos por una semana se acostumbró a la audiencia de millones a tratar a Puerto Rico como si fuera un estado de la Unión, y se informó por la cadena noticiosa CNN que en sus encuestas de boca de urna, 6 de cada 10 entrevistados favorecieron la estadidad para Puerto Rico. Acá, fue otra instancia de electores en tránsito. Como observador electoral junto a Jimmy Carter y otros (en Haití, Panamá, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Rumania, México, Brasil, Albania y Argelia) aprendí lo que es un elector en tránsito . ¿Un qué?
Veamos en detalle, qué quiere decir electores en tránsito. Tres encuestas distintas aquí dicen que 2 de cada 10 populares van —en tránsito— hacia favorecer la admisión de Puerto Rico como estado de los Estados Unidos. Dan a Luis Fortuño su ventaja de 6 de cada 10 votos (el mismo margen de estadistas en la primaria) para Gobernador. Después del fin de la Era de Muñoz, y después de 40 años inútiles, se iniciaría el 2 de enero de 2009 la Era Anexionista.
En las visitas con Jimmy Carter observábamos el paso de un régimen comunista, o unipartidista, o de una dictadura hacia el electoralismo. Así aprendí de él que atendiésemos señales no de un cambio de partido, sino de eventos (llamados "instancias de tránsito") que evidencien que votantes están en tránsito de una realidad a otra, sin llegar aún. Eso sucede aquí.
Coincidiendo con esos electores en tránsito ocurre ese otro fenómeno en Estados Unidos. Si el mulato afroamericano Barack Obama es electo Presidente allá, a partir de ese día serán otros Estados Unidos: una sociedad post-racial. Eso tiene mucho que ver con nosotros, si aquí gana Luis Fortuño. La prensa publicó el 25 de mayo que al preguntarle si Estados Unidos está listo para admitir un estado hispano, con otro idioma y cultura, Obama respondió (y cito):
"Estados Unidos está listo para tener otro estado con trasfondo multicultural. Después de todo, en California, Nuevo México y Arizona existe una gran población hispana… La gente debe reconocer que América se ha convertido en un país diverso y creo que es algo bueno, sobre todo viniendo de mí, que tengo un trasfondo multicultural". Esa cita es histórica para nosotros. Ningún líder estadounidense había hecho antes tal expresión. En el preciso momento en que ocurre el tránsito de miles de estadolibristas hacia la estadidad, se ha abierto una puerta para la admisión de Puerto Rico como un estado hispano. La coyuntura de los dos eventos es clave.
Para saber, les ofrezco textos también clave: el del profesor judío-americano de Harvard Samuel P. Huntington "¿Quiénes Somos? : Los Desafíos a la Identidad Nacional Estadounidense" (Paidós, 2004) y el del profesor méxico-judío-americano de Amherst College, Ilan Stavans "The Hispanic Condition: Reflections on Culture and Identity in America" (Harper, 1995).
Resumo la tesis de Stavans con una cita del mexico-americano Guillermo Gómez que dice: "what if yo were you y tú fueras I, Míster?" Contradice que la etnicidad llevará a Estados Unidos a la fractura y el caos (como aduce Huntington) y dice en vez que va a convertirse en una nación de naciones culturales en que serían millones los que vivirían "una vida en el guión" (¿Puerto Rican-Americans?) con nacionalidad cultural y apelativo americano. Eso es lo que plantea Obama. Pero. Difiero. Los puertorriqueños no somos como inmigrantes anteriores, porque (como aduje en un texto publicado desde Yale University en 1994) somos 8 millones de "una nación transeúnte entre dos puertos de esperanza", como ha dicho Luis Rafael Sánchez. Nuestra etnia y nuestra resistencia han negado la asimilación. "¿Y ahora, con la inminencia de una visión de mundo mestiza en la presidencia de los Estados Unidos? Si Obama llega a Presidente, será la cultura la diferenciación en los Estados Unidos. Se trascenderá la ignominiosa tesis de las minorías, y se podrá convertir en una nación de naciones. ¿Lo entiende Fortuño? ¿Nosotros?
Stavans analiza extensamente la experiencia de los 8 millones de puertorriqueños. Hace énfasis en el surgimiento de una literatura puertorriqueña en el idioma inglés, significado a Piri Thomas y Pedro Juan Soto. Pero significa también el ataque nacionalista al presidente Harry S. Truman en Blair House el 1ro. de noviembre de 1950. He ahí las dos caras de nuestra moneda.
¿Y si ganan Luis Fortuño y Barack Obama el 4 de noviembre de 2008, entonces qué?
Stavans compara nuestra experiencia con la de los indios estadounidenses y los afroamericanos. Concluye que la historia oficial estadounidense ha sido exclusionista de nuestras tres etnias. Pero dice que luego de las guerras culturales de la segunda mitad del siglo XX, se abrió una ventana a una nación post-racial en el siglo XXI, en que se reconozca la dignidad.
Pero. Para ello se requerirá de los estadounidenses mucha densidad cultural y modos alternativos de creer. El bilingüismo fracasado puede ser sustituido por los idiomas múltiples. Ello requeriría la tolerancia de dos distintos códigos mentales con dos visiones de mundo distintas dentro de una misma nación. No coincido con Stavans de que ello sea posible.
Stavans condena las interpretaciones imperialistas de antropólogos teóricos como Oscar Lewis en su texto sobre los boricuas en Nueva York y predice una "identidad hispana" dentro de la cultura estadounidense. Un ejemplo que examina es el de Esmeralda Santiago y su texto de "Cuando Era Puertorriqueña" que lo que dice es, que lo sigue y seguirá siendo, siempre. Stavans termina preguntándose hacia dónde van los Estados Unidos. Desde entonces vio que había que rechazar la unidad y buscar la diversidad. Pidió que Estados Unidos terminase su miopía. "Al diablo con el e pluribus unum", dijo. Esa posibilidad la abren Fortuño y Obama en el 2009.
Pero. Hay una distinción entre otros inmigrantes a Estados Unidos y los puertorriqueños. Los otros fueron porque quisieron a Estados Unidos, mientras que nosotros y otros fuimos y somos pueblos invadidos. ¿Será clave esa diferencia? En el caso de los 4 millones de boricuas que viven en Estados Unidos puede que sea de la manera como presagió el poeta Tato Laviera en su tesis Amerícan (así, con acento). Pero a esa tesis se le ha enfrentado con violencia el "English-Only Movement" en los Estados Unidos. Plantea Stavans con razón que los puertorriqueños hemos atravesado por un siglo "una experiencia ideológica dolorosa", que él resume significando los escritos de nuestro José Luis González, calificándolos de resistencias al colonialismo. Dice que ha persistido en nosotros los de acá –un nacionalismo cultural militante. Aún en el caso de los 4 millones de boricuas allá, Stavans aduce y coincido que: o se trata de asimilación al mundo anglosajón con su cultura del guión (Puerto Rican-Americans), o de la supervivencia de nuestra etnia como una sola cosa (Puertorriqueños). ¿Cómo lo siente usted?
martes, 3 de junio de 2008
by R@S
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WASHINGTON (CNN) -- Sen. Barack Obama has clinched the Democratic nomination for president, according to CNN estimates, making him the first African-American in U.S. history to lead a major-party ticket.
Obama picked up a slew of superdelegate endorsements on Tuesday. Those endorsements, combined with the delegates he's projected to receive from South Dakota's primary, will put him past the 2,118 threshold, according to CNN estimates.
Obama will claim victory during a speech in St. Paul, Minnesota, according to prepared remarks released by his campaign.
lunes, 2 de junio de 2008
by R@S
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by Aaron Bruns
Hillary Clinton will leave Puerto Rico with a sizable win, though the turnout could have been better for her. Aides say it’ll be around 20%, somewhere between 250,000 and 500,000 — less than the 30% turnout for a recent primary for governor and far less than the usual general election turnout of 80%.
After spending nearly a week on the Island, here are a few things we’ve learned:
-It’s All About Status. Clinton stressed that she’d let Puerto Ricans decide for themselves whether they want statehood or not by the end of her first term, and she’d work with the Congress to make their decision law. While the economy, crime, and health care are important issues here, Status is number one. Her stance always draws the biggest round of applause — and her commitment to doing something right away is cited as an advantage over Obama by islanders.
-The Lady Likes to Dance. Something about Puerto Rico brings out Clinton’s inner Dancing Queen. She swayed and clapped in church, got jiggy in a bar, shook it on top of a pick-up truck in La Caravana, and showed off some moves to some Reggaeton at her San Juan rally.
-Red vs Blue. It’s not Republicans and Democrats in Puerto Rico: it’s the Partido Popular Democratico, or PPD vs the Partido Nuevo Progresista, or PNP in the battle over whether the island should become a state. The PPD, associated with the color red because of its logo, believes in keeping an upgrading commonwealth status; the blue PNP is in favor of full statehood.
While the island is fairly evenly divided, the Statehood party is in ascendency now — in part due to the Commonwealth governor’s indictment on corruption charges.
There’s also an Independence party, but it’s distinctly in third place.
-Crowd Size. The Clinton campaign says voter turnout is as high as 90% in many elections in Puerto Rico, comparing politics to the national sport. But enthusiasm for a Democratic primary — even in this heavily Democratic territory — is low, perhaps because Puerto Ricans who live on the island can’t vote in the general election even though they’re US citizens.
That was born out in the crowds at Clinton’s events last weekend, when she often spoke to 100 people or fewer. On Friday, she held a rally with surrogates and a hip-hop act in downtown San Juan that drew 500 people.
The campaign says turnout may be down this time around due to pro-commonwealth and pro-independent parties refusing to participate in an election that they believe legitimizes the US Government.
-She Can Speak A Little Spanish. She threw out a “Buenos Noches” and “Buenos Dias,” a “Si Se Puedo” and even a “Si Lo Haremos” — or Yes We Will
by R@S
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TAMPA - Pauline Rivera said her entire family in Fajardo, Puerto Rico, was out en force Sunday, helping give Hillary Rodham Clinton a lopsided win over Barack Obama in the island's Democratic presidential primary.
She and her family are always excited about politics.
"They vote. Everybody votes," the Tampa woman said.
This year, the campaigns were also really excited about the voters in Puerto Rico. Chalk it up to the 55 delegates that Sunday's vote divvied up between the candidates in a rare primary season that lasted long enough to make Puerto Rico matter this time.
That emotion has many local Puerto Ricans hoping the island's higher political profile may have a lasting impact on the commonwealth's status.
Both Clinton and Obama, for example, have promised to push for allowing Puerto Rico to decide its political future - either as the 51st state, as an independent nation or as a revamped form of the commonwealth it is today.
In Puerto Rico, a U.S. territory since the end of the Spanish-American War in 1898, residents have been U.S. citizens since 1917. They can vote in presidential primaries, but not in the general election. They pay no federal income tax - except for income derived from sources outside the island - but they pay Social Security and Medicare taxes. Their representative in Congress can cast votes in committees, but not in the full House.
"We don't have a clear political status. We don't know what we are," said Victor Cruz, a Carrollwood real estate broker who has bounced back and forth between Tampa and his native Puerto Rico since young adulthood.
"We're nothing. But now that they need the 55 delegates, we're in the spotlight. Why not begin that opportunity to become a country? And, if not, at least let us became a state of the union."
At La Lechonera restaurant on North Armenia Avenue, where Rivera and her Tampa-based family had lunch Sunday, talk also turned to hopes for change. Rivera and her husband, Pedro Rodriguez, want the island where they were raised to have more voting power as the 51st of the United States. They think it would improve the financial lot of their compatriots there.
"I'd like to see the status change, because things are difficult," said Rodriguez, 68. "Prices are more expensive there than here."
Several Puerto Ricans at La Lechonera said that life is so difficult for their families in Puerto Rico that their families don't talk much about presidential politics and didn't bother voting in Sunday's primaries.
Gerardo Ortiz, 25, left his entire family behind in Olimpo to come to Tampa last year to help make ends meet. He's a cook at Applebee's now, and things are better here.
"But it's bad in Puerto Rico with unemployment," said Ortiz, who never voted in any election on the island and said he's not very inspired to register to vote here in the fall - a right afforded to Puerto Ricans in the 50 states and the District of Columbia.
"I just worry about my bills. Like most people in Puerto Rico, they're worried about their own problems financially."
Sonia de Jesus understands that sentiment. Back behind La Lechonera restaurant, she operates a little store where she sells Puerto Rican T-shirts and other memorabilia. She's lived in Tampa for three years.
Just last week, she visited her family in her hometown of Caguas, Puerto Rico. Her two twenty-something sons live there. They didn't vote in the presidential primary. They weren't even talking about it during her visit.
"They see it as something that's of the United States - they don't see it as anything official since they can't vote in the general election," said de Jesus, 42, whose family does vote in the island's election for governor. "They feel like that belongs to them."
Such sentiments about the presidential primaries might change if the island becomes a state, she said.
"Some people want it. The rest are afraid that they'll lose what they are: their culture, their beliefs," said de Jesus, noting that some even fear the loss of traditions such as Puerto Rico providing its own contestant to the Miss Universe pageant - or fielding its own teams in athletic competitions. "But Hawaii is a state. Hawaii didn't lose its culture."
Jenaro Mora said his grandmother in Cabo Rojo, Puerto Rico, doesn't talk much about the presidential candidates.
"I don't think she voted, because the candidates are all the same. That's what she tells me," said Mora, 35, a Tampa carpenter born in New York to a Puerto Rican mother.
Instead, he said, most of the talk is about another type of political change - one they believe will help the island out of its troubled economy.
"The big talk is about Puerto Rico becoming a state," said Mora, who agrees with those who are clamoring for that change. He wondered aloud whether a presidential candidate could help the island change its status.
"Maybe it'll happen if we get the right person."
by R@S
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San Juan, 2 jun (PL) Los anexionistas boricuas obtuvieron un estrepitoso fracaso con la celebración de las primarias demócratas en Puerto Rico, afirmó el presidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), Héctor Pesquera.
El dirigente afirmó que la escasa participación la víspera en esa contienda es un mensaje contra el anexionismo, en el cual se encuentran involucrados el gubernamental Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Nuevo Progresista (PNP), principal de oposición.
Pesquera destacó la abstención del 85 por ciento del electorado habilitado, estimado en 2,4 millones de personas.
El PPD y el PNP se involucraron activamente en las elecciones internas demócratas a favor de Hillary Clinton, quien ganó holgadamente, o de Barack Obama, ambos aspirantes demócratas a la candidatura presidencial de Estados Unidos.
"Felicitamos al pueblo por haber optado masivamente por la abstención y haber enviado un mensaje contundente de que la inmensa mayoría de puertorriqueños no hemos caído en la trampa anexionista", aseguró Pesquera.
Subrayó que, en cambio, los boricuas aspiramos a un proceso serio de descolonización y al establecimiento de una relación de dignidad con Estados Unidos.
"El pueblo es el verdadero ganador de ese bochornoso espectáculo de colonizados bailando, con la infame encomienda de seleccionar el candidato a presidir la nación que nos ha sometido al colonialismo durante los pasados 110 años”, destacó el líder del MINH.
Pesquera refirió que en 1980 participaron unos 800 mil electores cuando se realizaron por primera vez en Puerto Rico internas de partidos estadounidenses.
"Si comparamos la participación en estas primarias, podremos aquilatar la magnitud de la victoria abstencionista y el claro mensaje de que a los puertorriqueños del siglo XXI no nos interesa inmiscuirnos en los asuntos internos de la política electoral estadounidense", dijo.
Pesquera felicitó a los más de dos millones de electores que se quedaron en sus casas y que exigen que no se malgasten fondos públicos "en asuntos ajenos a nuestro bienestar como pueblo".